HOMENAJE A DOÑA MÁXIMA OCAMPO LUDEÑA
(1906 - 2010)
Por alcanzar la edad máxima
por sus bellos días vividos
con todos sus seres queridos
recordemos hoy a doña Máxima.
Rindamos un justo homenaje
a una ilustre personaje
la que vivió en pleno campo
a Doña Máxima Ocampo.
Vivió cerca del poyo y de la poza
do bajo agua torrentosa
entre papas y maizales
plantas de pencas y sauzales.
Tenía una casa pequeña
cocinaba con pencas y leña
criaba sus animalitos
cerca aun bosque de ocalitos.
De hijos le sobrevivieron tres
Adelina, Termópilo y Soledad
ésta tierna quedó en horfandad
y doña Máxima en viudez.
Confieso con seguridad
que doña Máxima Ocampo
así como vivió en el campo
alcanzó la máxima longevidad.
Las tardes juntaba sus vacas
a cada cuál en sus estacas
a otro ladito los terneros
y los chanchos en sus chiqueros.
Tuvo una oveja lanuda
igual que una coche trompuda
la chancha era medio rusia
que no le gustaba el agua sucia.
Vivió con su hermana Cleotilde
lindos tiempos aquellos fueron
lo que tenían compartieron
junto a su vecina Benilde.
Cerca había pocas vecinas
más harto tenía gallinas
juntaba yerba de flores azules
y lo mezclaba con agashules.
Dentro del maíz paltacoras
tras de su casa zarzamoras
muy cerca había un pozo
más hallá un sauce coposo.
Bien se llevó con ña Manuela
no más que cada mañana
cogída de una callana
pedíale un poco de candela
Con la señora Eudomilia
se trataron como familia
freían con leña de lanche
cuando mataban coche guanche.
Quisiera contarles dos cosas
cuando niña era la Adelina
se juntaba con la Alfonsina
iguales eran de landosas.
El Termópilo como amigo
creo que era medio quimboso
aparte de ser palomilloso
otras cosas para qué les digo.
Su segunda hija Soledad
muy tierna quedó en orfandad
su padre en Cajamarca murió
por una enfermedad que él sufrió
Su nieto Summer cierto día
corrió tropellando el rocoto
lo había visto el cachipoto
cuánto pánico le tenía.
Creyó en la Viergen del Rosario
devota acudió a sus novenas
a Ella contrita confió sus penas
por ello pasó el centenario.
Se cruzaba con don Ponayo
las veces que iba por el Guayo
madrugaba de Cashapampa
y pasaba por Lucmapampa.
Las veces que me encontraba
no olvidaba decirme doctor
yo tan solo llegué a profesor
no fui lo que ella deseaba.
Deja en el suelo las chamisas
y dentro de la bolsa mira
era la ropa de Dianira
puntas, fajeros y camisas.
En edad, pues casi tocayos
si con don Queme se cruzaban
de esta forma se bromeaban
diciéndose ¡a tirar de bayos!
La señora Manuela
la vio ir a la escuela
su vecina Herminia
fue su amiga de niña.
Jugaban por entre los frejoles
se boleaban por los tréboles
se metían por los cadillos
cargaban hojas y nudillos.
En tiempos de pastoras
entraban por las totoras
sin importarles el frío
se bañaban en el río.
No sólo se puso zarcillos
también hizo cigarrillos
elaboró muchos ataditos
para ganarse unos realitos.
Cuando las fiestas animaba
muy alegre ella exclamaba:
¡Viva la crema de Cashapampa
que lo sepa todo Huacapampa!
Varias veces ella lo hizo
de su casa más allacito
se sentaba muy despacito
bajo la sombra de un aliso.
El claro horizonte oteando
recuerda todo lo vivido
y por dejar todo lo querido
murmura como suspirando
- ¿esta mi vida se va a acabar?
- ¿todos estos cerros se van a quedar?
Ciento cuatro años al cumplir
dejando huella de larga vida
presitiendo ya su partida
Ña Máxima dejó de existir.
(Coyano 2011)
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