LOS OBSTÁCULOS
Una tarde como cualquiera
teníamos clase de educación física,
el profesor entró al aula
y nos explicó sobre las vallas;
pasaron unos diez minutos
y nos dijo que salgamos
con ropa de deporte
al campo que queda
detrás del colegio.
Ya estábamos calentando,
creo que dimos seis vueltas al campo
y veinte abdominales,
luego nos llamó por número de lista
para saltar las vallas; eran siete vallas,
la distancia de cada una era de tres metros
y cada valla medía un metro de altura.
A medida que iban saltando mis compañeros
escuché claramente la voz del profesor que dijo seís,
era mi número de lista,
ya era mi turno para saltar.
La primera vez corrí pero me sentí incapaz,
temía golpearme o algo similar;
lo volví a intentar pero tampoco pude;
así que me concentré y logré saltar la primera,
luego la segunda y así como iba,
llegué a saltar las siete vallas; y,
me puse a pensar algo importante:
Las vallas fueron la clave principal
para que me de cuenta que para mí
eran un obstáculo; pues, por culpa de ellas
casi no logro mi objetivo. Saltarlas.
Se imaginan que hubiera pasado
si no hubiera arriesgado; pues,
simplemente no hubiera saltado las siete vallas
y hubiera tenido un mal calificativo.
En gran parte fue una reflexión extraordinaria,
pude darme cuenta que mi destino
tenía muchos obstáculos y
tengo que luchar para poder pasarlos
y así lograr mis sueños;
sé que habrá mucho miedo,
pero nada imposible ,
sino arriego jamás lograré cumplir mis metas.
A lo imposible hagámoslo posible
A lo desacierto hagámoslo acierto.
Arrieguemos para triunfar; y,
si llegamos a fracasar volvamos a intentarlo,
para que ese fracaso sirva para hacer mejor las cosas
pero nunca nos demos por vencidos
sabiendo que puede ser posible
todo aquello que nos planteamos.
Margaret Grimanés Chávez Cachay
5to Grado
I. E. “San José” - Sucre - Celendín - Cajamarca
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