BODAS
DE ORO
(Dedicado a
todos los Ex alumnos del I.E. “José Gálvez” de Huacapampa)
Empecemos
dando gracias a Dios
por
darnos esta oportunidad
gratos
momentos de felicidad
nos
depare tanto a mi como a vos.
De
nuestro colegio al egresar
lo
hicimos con que alegría
cada
quien en su alma sentía
pensando
algún día regresar.
Cuantos
de los que hemos egresado
después
de haber compartido
como
pichones un solo nido
hoy
recién nos hemos juntado.
Cada
quien siguió su camino
dejando
la querida tierra
fuimos
por costa, selva y sierra
en
busca de nuestro destino.
Muchos
hemos llegado de lejos
ni
muy jóvenes ni muy viejos
hoy
estamos todos juntitos
como
cuando éramos jovencitos.
En
cada esquina cual paisanos
o
sentados junto a una mesa
hagamos
la firme promesa
de
estimarnos como hermanos.
Nuestros
recuerdos despolvemos
hoy
que de tiempos nos vemos
ya
que desde que salimos
sólo
de cuando en vez nos vimos.
No
dejemos en el olvido
cosas
que en el colegio hicimos
lo
que al oído nos dijimos
recordemos
tal como ha sido.
Seguramente
nos preguntaremos
qué
será de tal fulano
y
tal vez de otro zutano
de
unos y otros nos acordaremos.
Hoy
que estamos en nuestro terruño
prometamos
levantando el puño
comunicarnos
más seguido
que
en vano no hayamos venido.
Que
alguien cuente una charada
tome
nota otro cualquiera
pero
hagámoslo de tal manera
que
nos quede de la patada.
Así
escribamos la historia
del
colegio en sus bodas de oro
guardémoslo
como tesoro
grabado
quede en la memoria.
COYANO.
EL LEON DE LOS ANDES
Cielo oscuro, noche tenebrosa,
el puma ruge cerca del corral
las mulas gaznan, pues tienen miedo,
porque oyen cerca su agudo mal.
Duermen labriegos, duermen pastores,
asnos y mulos, rompen las rejas,
y el león tiende su oliente cerco
con que los mulos más, no se alejan,
Más negro el cielo se va tornando
y en esos velos de oscuridad,
el león salta sobre el mulo
y lo devora con libertad.
Lo arrastra lejos, donde lo esperan
los leoncillos, con ansiedad,
la madre puma, sacia con ellos
la presa, en medio de la oscuridad.
El león vuelve donde aturdidos
los animales por miedo están,
hace otra presa y se retira
cuando la auroa cercana es ya.
El día tiende sus resplandores
los pastores en busca van,
los animales desgaritados
viéndolos a ellos, volviendo están.
Viendo que faltan mulas y pollinos
toman sus armas corren en pos,
más ya no lo hallaron al gran rey
pues ya entre breñas duerme escondido.
Es así, el león andino,
como el astuto ladrón,
tiene maña, tiene astucia,
también tiene condición,
para burlar diligencias
que le hagan oposición.
Con que placer los potrillos
relinchan, corren y brincan
por las faldas y las pampas,
cuando las brumas se limpian
y no hay del león peligros.
HOMENAJE A DOÑA MÁXIMA OCAMPO LUDEÑA
(1906 - 2010)
Por alcanzar la edad máxima
por sus bellos días vividos
con todos sus seres queridos
recordemos hoy a doña Máxima.
Rindamos un justo homenaje
a una ilustre personaje
la que vivió en pleno campo
a Doña Máxima Ocampo.
Vivió cerca del poyo y de la poza
do bajo agua torrentosa
entre papas y maizales
plantas de pencas y sauzales.
Tenía una casa pequeña
cocinaba con pencas y leña
criaba sus animalitos
cerca aun bosque de ocalitos.
De hijos le sobrevivieron tres
Adelina, Termópilo y Soledad
ésta tierna quedó en horfandad
y doña Máxima en viudez.
Confieso con seguridad
que doña Máxima Ocampo
así como vivió en el campo
alcanzó la máxima longevidad.
Las tardes juntaba sus vacas
a cada cuál en sus estacas
a otro ladito los terneros
y los chanchos en sus chiqueros.
Tuvo una oveja lanuda
igual que una coche trompuda
la chancha era medio rusia
que no le gustaba el agua sucia.
Vivió con su hermana Cleotilde
lindos tiempos aquellos fueron
lo que tenían compartieron
junto a su vecina Benilde.
Cerca había pocas vecinas
más harto tenía gallinas
juntaba yerba de flores azules
y lo mezclaba con agashules.
Dentro del maíz paltacoras
tras de su casa zarzamoras
muy cerca había un pozo
más hallá un sauce coposo.
Bien se llevó con ña Manuela
no más que cada mañana
cogída de una callana
pedíale un poco de candela
Con la señora Eudomilia
se trataron como familia
freían con leña de lanche
cuando mataban coche guanche.
Quisiera contarles dos cosas
cuando niña era la Adelina
se juntaba con la Alfonsina
iguales eran de landosas.
El Termópilo como amigo
creo que era medio quimboso
aparte de ser palomilloso
otras cosas para qué les digo.
Su segunda hija Soledad
muy tierna quedó en orfandad
su padre en Cajamarca murió
por una enfermedad que él sufrió
Su nieto Summer cierto día
corrió tropellando el rocoto
lo había visto el cachipoto
cuánto pánico le tenía.
Creyó en la Viergen del Rosario
devota acudió a sus novenas
a Ella contrita confió sus penas
por ello pasó el centenario.
Se cruzaba con don Ponayo
las veces que iba por el Guayo
madrugaba de Cashapampa
y pasaba por Lucmapampa.
Las veces que me encontraba
no olvidaba decirme doctor
yo tan solo llegué a profesor
no fui lo que ella deseaba.
Deja en el suelo las chamisas
y dentro de la bolsa mira
era la ropa de Dianira
puntas, fajeros y camisas.
En edad, pues casi tocayos
si con don Queme se cruzaban
de esta forma se bromeaban
diciéndose ¡a tirar de bayos!
La señora Manuela
la vio ir a la escuela
su vecina Herminia
fue su amiga de niña.
Jugaban por entre los frejoles
se boleaban por los tréboles
se metían por los cadillos
cargaban hojas y nudillos.
En tiempos de pastoras
entraban por las totoras
sin importarles el frío
se bañaban en el río.
No sólo se puso zarcillos
también hizo cigarrillos
elaboró muchos ataditos
para ganarse unos realitos.
Cuando las fiestas animaba
muy alegre ella exclamaba:
¡Viva la crema de Cashapampa
que lo sepa todo Huacapampa!
Varias veces ella lo hizo
de su casa más allacito
se sentaba muy despacito
bajo la sombra de un aliso.
El claro horizonte oteando
recuerda todo lo vivido
y por dejar todo lo querido
murmura como suspirando
- ¿esta mi vida se va a acabar?
- ¿todos estos cerros se van a quedar?
Ciento cuatro años al cumplir
dejando huella de larga vida
presitiendo ya su partida
Ña Máxima dejó de existir.
(Coyano 2011)