Negociantes regateros,
con los chilpes al bolsillo
cargando su costalillo
van en pos de los sombreros.
Los sábados y domingos
en el Huauco y Celendín
gritones como clarín
y al comprar se hacen los “gringos”.
Ven el sombrero y revisan
como si fueran jurado,
después de calificado
ofrecen una pigricia.
Al fino lo llaman grueso
y al grueso lo llaman feo,
de este modo en regateo
el dueño sufre el proceso.
El comprador no es sincero
en este negocio lerdo,
si el vendedor dice ¡pierdo!
dice el comprador ¡no quiero!
Si el comprador vende paja
¡Pobre de la sombrerera!
Le vacían la carterano
quieren ni oír rebaja.
Llorones para comprar
tiranos para vender:
no se puede comprender
el bien que trae el negocio.
La paja se vende cara
el sombrero está barato;
¿El donde se encierra el gato
de este negocio así raro?
¡Pobre industria celendina
paga el precio y conducción
de aquesta materia prima
que viene desde el Orión!
Y es más pobre el sombrerero:
seis días a la semana
teje y mas teje el limero
y es piltrafa lo que gana.
El comprador luego apunta
con su clave “peruanito”
y al remozar el bultito,
no pone la marca justa.
Regateros y engañados
discuten el negocio
por que no hay precio forzado,
ni tarifa registrada.
Más y más la tarifa cara
por el precio y conducción
el sombrero se azhara
por la vida y construcción.
Manda lejos los sombreros
los regatones pequeños
y a otros ricos venteros
que están en pueblos sureños.
Estos le dan porcentaje
sobre facturas que mandanmás,
a la mano de obraje,por ganar,
muy mal le pagan.
Porque comprando barato
y cargando a la factura¡
Los patrones son “el gato”
que vive con holgura!
con los chilpes al bolsillo
cargando su costalillo
van en pos de los sombreros.
Los sábados y domingos
en el Huauco y Celendín
gritones como clarín
y al comprar se hacen los “gringos”.
Ven el sombrero y revisan
como si fueran jurado,
después de calificado
ofrecen una pigricia.
Al fino lo llaman grueso
y al grueso lo llaman feo,
de este modo en regateo
el dueño sufre el proceso.
El comprador no es sincero
en este negocio lerdo,
si el vendedor dice ¡pierdo!
dice el comprador ¡no quiero!
Si el comprador vende paja
¡Pobre de la sombrerera!
Le vacían la carterano
quieren ni oír rebaja.
Llorones para comprar
tiranos para vender:
no se puede comprender
el bien que trae el negocio.
La paja se vende cara
el sombrero está barato;
¿El donde se encierra el gato
de este negocio así raro?
¡Pobre industria celendina
paga el precio y conducción
de aquesta materia prima
que viene desde el Orión!
Y es más pobre el sombrerero:
seis días a la semana
teje y mas teje el limero
y es piltrafa lo que gana.
El comprador luego apunta
con su clave “peruanito”
y al remozar el bultito,
no pone la marca justa.
Regateros y engañados
discuten el negocio
por que no hay precio forzado,
ni tarifa registrada.
Más y más la tarifa cara
por el precio y conducción
el sombrero se azhara
por la vida y construcción.
Manda lejos los sombreros
los regatones pequeños
y a otros ricos venteros
que están en pueblos sureños.
Estos le dan porcentaje
sobre facturas que mandanmás,
a la mano de obraje,por ganar,
muy mal le pagan.
Porque comprando barato
y cargando a la factura¡
Los patrones son “el gato”
que vive con holgura!
OBSERVACIÓN: Este el verdadero poema del búho, es indignante que una sucreña, conocida como Tula Chávez Pérez se haya atrevido a modificar (publicado en la revista El Labrador del año 2002 como "Sombrerera") este hermoso poema de nuestro querido paisano, nuestro poeta de renombre internacional, me refiero a don Pedro A. García (El Búho). Escribo esta nota para no dejarse sorprender por personas inescrupulosas y usurpadoras de la propiedad intelectual.
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