Fue muy ligera mi dicha,
en la aurora de mi vida
la madre que Dios me dió,
muy tierno la vi perdida.
Cuando yo no comprendía
lo que es el amor de madre
me vi huérfano en la vida
Hoy alzo al cielo mi queja
pidiendo a Dios con anhelo
y que mi amor a mi madre
vibre en alto consuelo.
Publicar un comentario